Hola, soy Emiliano Reyna, estudiante de psicología, y en esta opinión quiero hablar sobre Fragmentado y su manera de representar la idea de la salvación a través del trauma. La película presenta dos historias paralelas marcadas por el abuso: la de Kevin Wendell Crumb y la de Casey Cooke. Ambos personajes muestran las consecuencias de cargar heridas profundas desde la infancia, pero también revelan dos formas completamente distintas de enfrentar ese dolor.
En el caso de Kevin, el abuso físico y psicológico ejercido por su madre lo lleva a fragmentar su identidad en diferentes personalidades. Las tres más relevantes —Dennis, Patricia y Hedwig— simbolizan respuestas específicas a su trauma: Dennis funciona como un mecanismo de control rígido para protegerlo del caos, Hedwig representa la infancia que nunca pudo vivir, y Patricia actúa como una figura de autoridad que intenta ofrecer orden y seguridad. Estas identidades, lejos de verlo como una víctima, convierten el trauma en una especie de filosofía: la idea de que solo quienes han sido “rotos” por el dolor pueden alcanzar una forma superior de fortaleza. De ahí surge la Bestia, un estado final en el que Kevin intenta liberarse convirtiéndose en algo más fuerte, pero al costo de abandonar su humanidad.
Por otro lado, Casey vive un tipo distinto de abuso, esta vez de índole sexual, perpetrado por su tío después de la muerte de su padre. A diferencia de Kevin, ella no se fragmenta. Su respuesta es interna: aprende a observar, adaptarse, reconocer patrones y sobrevivir. Su pasado la marca, pero también la obliga a desarrollar un instinto de preservación que, aunque silencioso, es efectivo. Es precisamente su encuentro con Kevin lo que la hace darse cuenta de que siempre tuvo la capacidad de protegerse; simplemente no había tenido el momento adecuado para hacerlo. Su salvación no depende de transformarse en algo monstruoso, sino de aceptar su historia, abrazar su humanidad y permitirse seguir adelante.
Así, Fragmentado nos muestra dos caminos que pueden surgir del mismo origen traumático: la ruptura como escudo o la resiliencia como motor. La película no afirma que el trauma haga fuerte a una persona, pero sí revela que cada mente buscará la mejor forma de protegerse, aunque esa forma no siempre sea sana o socialmente comprensible. Tanto Kevin como Casey son el resultado de un cuerpo y una mente tratando de sobrevivir a situaciones que los superaron desde niños.
En esencia, la película plantea que el trauma no es un final, sino un punto de partida: uno que puede llevar a la destrucción de la identidad o al descubrimiento de la fuerza personal. Y aunque los caminos de Kevin y Casey son distintos, ambos comparten la misma búsqueda: salvarse del dolor que los marcó.
Autor: Emiliano Reyna Facultad de Psicología UMM
Sede: Torre IV