Desde nuestra infancia hemos llegado a conocer a personas que, con una historia sorprendente, nos cuentan sobre ellos provocando un alto grado de interés. La forma en la que cuentan esas anécdotas ha provocado más de un centenar de pensamientos que, la mayoría, terminan a parar al mismo punto acompañándolos siempre que puedan.

Ese punto es la admiración, pero, ¿qué es la admiración? Aquí mencionaremos un poco sobre ella.

Un gran porcentaje de la población está de acuerdo en que, la admiración, es un sentimiento pero una definición más concreta nos plantea que, este sentir en realidad es: Una emoción social que se siente al observar a personas de competencia, talento o habilidad que superan los estándares. Dejando como base principal que puede ir dirigido a una persona, obra, animal etc. Todo con tal de mostrar una “segunda faceta” a la que, con el paso del tiempo, se volvería una inspiración y con ello una invitación a intentar hacer lo mismo como a quien se admira.

El ser humano no tiene un límite establecido sobre a quién admirar. Bandas como Queen, actrices como Marilyn Monroe, pintores como Van Gogh y, en un entorno más cercano, la familia.

Cada uno de estos personajes simboliza algo importante en cada una de las personas. Frases como “yo quiero ser policía como mamá” o “quiero ser un chef como papá” nos dejan claro, de manera sutil, la admiración grande que desde infantes se pueden tener cosa que, por obviedad, no se queda en los humanos pues, de alguna forma, se puede llegar a admirar alguna pintura y querer replicar aquello por inspiración volviendo un pequeño bucle pues tú, por alguna obra u acción hecha, puedes llegar a ser admirado y volverte la inspiración de alguien más.

Te invitamos a participar en la “gimnasia mental” que el COES tiene para ti en el que, recordando a alguien que admiras, contaras que enseñanzas y aprendizajes te ha dejado esa persona y que ha aplicado en tu día a día basándote en aquello a de lo que aprendiste de él o ella.