Una fecha que debemos de considerar importante para todo el mundo es, sin duda alguna, el día del maestro.

Es en esta fecha en la que, como su nombre lo explica, se conmemora a aquellos hombres y mujeres que tienen la labor de educar y enseñar a las generaciones futuras para volverse ciudadanos que, tras su aprendizaje académico, sean personas de bien que puedan sacarle un gran provecho a aquello que han aprendido a lo largo del tiempo.

En diferentes partes del mundo se conmemora esta fecha en diferentes días pero, en México, es el 15 de mayo.

Este día fue elegido por Venustiano Carranza quien, en el año de 1917, decreto que esa sería la fecha oficial para agradecer a la gran labor hecha con los nobles motivos de poder impartir una educación hacía niños, jóvenes y adultos pues, algo que debemos de recordar, es que nunca será muy tarde para poder aprender.

Curiosamente, en esta fecha, se recuerda la toma de Querétaro en el año de 1867 que fue el día en el que, los mexicanos, lograron derrotar al segundo imperio de México.

Dejando de lado un poco el contexto histórico, el día del maestro, es una excelente oportunidad de agradecer, pero, ¿por qué agradecer?

Fácil, la labor de la docencia no es una tarea fácil pues, a medida que el tiempo pasa, es deber de los docentes el mantenerse actualizado ante las nuevas enseñanzas que el mundo tiene para ellos.

El hecho que lo hagan por vocación es lo que inspira a mucho al ver cómo, con sumo gozo, comienzan a platicarte de las diferentes materias que imparten logrando despertar una curiosidad enorme junto al deseo de poder conocer más y, con ello, dándoles un empujoncito a seguir con aquello que aman.

No solo este día se lo debemos de aplaudir y agradecer a los maestros pues, de ser posible, deberíamos de hacerlo cada momento que aprendemos de ellos disfrutando el interés que desarrollamos gracias a ellos, ya que, como dijo alguna vez David Fishman: “El mejor maestro no es el que sabe más, sino aquel que hace que el alumno aprenda más…”