Todo el tiempo tenemos ideas, desde para saber qué haremos hasta a dónde iremos; ideas que nos ayudan al crecimiento profesional hasta el personal.
Y esto comenzó como eso, una idea.
Recuerdo que un amigo nos mostró la convocatoria de la segunda edición del festival Smart Films México, en lo personal no había escuchado de ella, pero al momento de que me paso el enlace web comencé a analizar la posibilidad de participar.
Lo platique con dos excompañeros de la universidad (Rene Porras y Stephanie Ruiz), quienes se convirtieron en amigos, con los cuales he realizado proyectos audiovisuales con anterioridad.
Teníamos nuestras dudas, poco tiempo para realizarlo, y ninguna idea en concreto de posible historia; pero realmente queríamos participar.
Al proyecto se agregó Pablo Alvarado, un amigo de Rene Porras, que conoces más sobre animaciones y VFX; y el día que nos juntamos para realizar nuestra “junta de producción”, él (Pablo) fue el de la idea principal.
Las bases de la convocatoria, en categoría aficionado, nos solicitaban que visualizáramos los beneficios del uso de teléfonos inteligentes, a lo que Pablo comentó el mostrar, a través de efectos visuales 3D, un mundo virtual, que sólo aparece cuando la persona tiene su celular conectado, y el beneficio que existe sería la conexión con otras personas, a pesar de la distancia.
Utilizando las video-llamadas, los mensajes, las redes sociales, entre otros canales de comunicación, para mostrar esta diferencia de mundo virtual 3D vs mundo real.
Después de dar a conocer la idea, que a todo el equipo gustó, tomamos cartas en el asunto y comenzamos a agendar fechas de grabación y edición.
Teníamos en contra el tiempo, la convocatoria cerraba el 30 Agosto, y comenzamos el proyecto los primeros de dicho mes.
Por primera vez, para algunos de nosotros, decidimos participar en modo actoral en el cortometraje, pero desde que habíamos decidido participar teníamos en mente el nombre de un amigo, Mauricio García, quien con anterioridad nos había apoyado en proyectos escolares como talento, y demás proyectos.
Asignamos fechas de grabación y comenzó el caos.
Rene, con apoyo de Pablo, trabajó en el guión literario, Stephanie, trabajó en la paleta de colores a utilizar, vestuario y demás accesorios y yo (Tanairy), me encargue de la cuestión de logística, producción y permisos especiales.
Una vez definido nuestros roles de trabajo, ya sólo esperábamos el fin de semana para grabar en el Centro de Monterrey.
El proceso fue cansado, el llamado lo tuvimos a las 8:00 hrs y concluimos a las 17:00 hrs, un domingo.
Al mismo tiempo que grabábamos nuestro cortometraje, preparaba material para utilizar en el BTS (detrás de escenas), el cuál es requisito para la participación del proyecto, junto con un poster representativo del film.
Contamos con el apoyo de nuestra Facultad, la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Metropolitana de Monterrey, donde nos permitieron hacer uso de las cabinas de grabación de audio, y sus instalaciones para nuestras juntas de producción correspondientes.
Las dos semanas que le siguieron fueron un proceso más tardado, somos un equipo muy perfeccionista, todos debíamos estar de acuerdo con lo que planeábamos entregar, por tal motivo, volvimos a asignar roles de trabajo para agilizar el proceso de entrega.
Pablo y Rene, trabajaron codo a codo para la realización de ediciones de video, tanto del cortometraje como del BTS; Stephanie, apoyo en la realización de algunos artes y animaciones, y su servidora, estuve a cargo de toda la cuestión legal del concurso además del papeleo correspondiente para cumplir todos los requisitos de la convocatoria y poder participar.
El 30 de agosto, enviamos nuestros materiales: cortometraje, detrás de cámaras y póster oficial, con nervios y algo de temor, pero lo concluimos.
Durante el mes de septiembre no tuvimos noticias del proyecto, y concluimos que si no nos habían hablado la respuesta era sencilla, no habíamos ganado.
Nuestra emoción, y alegría, vivimos cuando se publicaron los seleccionados para proyección en el Festival Smart Films México, el cual será los días 04, 05 y 06 de octubre, en CD.MX.
Realmente no creíamos que fuéramos a obtener alguna respuesta, fue más un impulso que nos hizo participar de última hora, y ahora con mucho orgullo, podemos decir que un proyecto realizado entre amigos, por mero gusto, fue seleccionado para su proyección, compitiendo con otros alumnos de comunicación, cinematografía, artes, y aficionados al séptimo arte, el cine.
Estamos muy agradecidos con todo el apoyo que, tanto la Facultad de Ciencias de la Comunicación, como nuestros círculos sociales, nos han brindado en esta travesía hacia nuevos caminos por explorar.
Autor: Tanairy Castrellón, LCC.